Despierta. Por Giusy V.

En el margen del alba
perdida en el tenue haz de luz
dándole esencia a mis pulmones,
siento el toque delicado
sublime pero congelado,
y mi alma se despereza.

Mis pies desnudos y cálidos
se asoman a la realidad
ansían sentir, desean caminar;
mis raíces le piden más al suelo
un paseo, un pedazo de cielo.

Cuando el agua fría corre
y entre las rocas surgen mis pies,
efectos sedantes, silentes
despiertan mis sentidos
y evocan mi corazón
nada silente, siempre ardiente.

Y así, así de sencilla es la vida.

Nada inferior o inconveniente
nada insensible o indiferente
nada calculadora o lejana
nada fría,
sumamente humana.

Pero allá fuera
en las periferias de una cálida existencia,
la nieve sigue cayendo
y por momentos,
deja sin aliento
a mi alma
que día tras día
se despereza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario