El Archifonema Número 5. Portada.

Contraportada Número 5.



L'amore è veramente cieco. Por Gregory Salazar.

C´era una volta un ragazzo chiamato Marco, lui non poteva mai dire la verità perché si sentiva male: gli faceva male la pancia e la testa, e anche, a volte, vomitava. Perciò ha deciso di non dire mai più la verità, soltanto delle bugie.


Un giorno, Vittoria, la ragazza che Marco amava con tutto il suo cuore, gli ha detto se voleva fare una passeggiata con lei, però lui ha detto di no. Molto sorpresa perché sapeva che lui l'amava, gli ha chiesto –ma perché dici questo? non vuoi stare con me?- Marco, con un nodo alla golla, ha risposto in modo negativo. Questa ragazza non lo poteva credere, però pensava che lui stesse scherzando e ha chiesto una terza volta –Oh Dio! Credi che sono così brutta e perciò non vuoi essere con me?- Lui con le guancie rigate dalle lacrime ha detto –Si-. La ragazza ha ribattuto: -Ci saranno altri ragazzi, scemo!-


Questo povero ragazzo si è accorto allora delle sciochezze che aveva detto e ha deciso di dire Vittoria quanto l'amava, che senza di lei la vita non significava niente, e anche doveva spiegare il suo problema riguardo la verità. Il giorno dopo lui si è svegliato molto presto, ha fatto la colazione ed è andato da Vittoria. Marco l'ha guardata in faccia e ha detto velocemente: -Oh Vittoria quello che ho detto ieri erano tutte bugie, tu sai che ti amo, ma ho un problema con la verità, ogni volta che la dico sento un dolore alla pancia che mi fa davvero male e a volte anche vom...- il vomito ha interrotto le sue parole.


Vittoria, che era tutta bagnata ha detto: -Oh Dio! Mi hai vomitato addosso, ma quello mi dimostra che dici la verità e l'amore e più importante, anch'io ti amo!-.


Adesso loro due vivono felici, e Marco ha superato il suo problema, l'amore l'ha aiutato.

LA TRADUCCIÓN: Y aún así, aquello no vendría (Alanis Morissette: Supposed Former Infatuation Junkie: Would Not Come.) Por Ramón Morales Castel.


Dificultades al traducir: Alanis Morissette suele utilizar muchos psicologismos en sus canciones. Especialmente las de este álbum tratan la subjetividad de nuestras emociones y de nuestros prejuicios. En esta canción expone cuestiones del existencialismo del hombre moderno, que debe cumplir ciertos “requisitos” de éxito o de compromiso para sentirse satisfecho con su vida, y de cómo al final quizás el “vacío existencial” nunca sea “llenado” o resuelto. De alguna manera el texto da explicaciones sobre el por qué de nuestros excesos, de nuestras obsesiones. En la forma, utiliza figuras y expresiones regionales (me parece que principalmente de ambientes canadienses y newyorkinos), y también utiliza la entonación y la modulación al cantar para darle cierto tono al texto de la canción. En este caso, escribí entre corchetes lo que creo que transmite el “color” de las estrofas y de los coros. Esas anotaciones quizás sean innecesarias, pero es parte de mi interpretación de la canción. El sentido de la expresión “the boat will not have to be rocked” no está claro, quizás deba ser corregido.


Would Not Come


If I make a lot of tinsel then people will want to

If I am hardened no fear of further abandonment

If I am famous then maybe i'll feel good in this skin

If I am cultured my words will somehow garner respect


I would throw a party still it would not come

I would bike run swim and still it would not come

I'd go travelling and still it would not come

I would starve myself and still it would not come


If I'm masculine I will be taken more seriously

If I take a break it would make me irresponsible

If i'm elusive I will surely be sought after often

If I need assistance then I must be incapable


I'd be filthy rich and still it would not come

I would seduce them and still it would not come

I would drink vodka and still it would not come

I'd have an orgasm still it would not come


If I accumulate knowledge i'll be impenetrable

If I am aloof no one will know when they strike a nerve

If I keep my mouth shut the boat will not have to be rocked

If I am vulnerable I will be trampled upon


I would go shopping and still it would not come

I'd leave the country and still it would not come

I would scream and rebel still it would not come

I would stuff my face and still it would not come


I'd be productive and still it would not come

I'd be celebrated still it would not come

I'd be the hero and still it would not come

I'd renunciate and still it would not come


Y aún así, aquello no vendría


[Se supone que…]

Si hago un montón de oropel entonces la gente también querrá hacerlo

Si me endurezco, no tendré miedo de un abandono ulterior

Si soy famoso entonces quizás me sienta cómodo en esta piel

Si soy culto, de alguna manera mis palabras serán respetadas


[Pero] Daría una fiesta y aún así, aquello no vendría

Andaría en bicicleta debajo del agua y aún así, aquello no vendría

Me iría de viaje y aún así, aquello no vendría

Me dejaría morir de inanición y aún así, aquello no vendría


[Se supone que…]

Si soy masculino, seré tomado con más seriedad

Si me tomo un descanso, eso me haría irresponsable

Si soy esquivo, seguramente seré vigilado con frecuencia

Si pido ayuda entonces seré tomado por incapaz


[Pero] Sería ridículamente rico y aún así, aquello no vendría

Los seduciría y aún así, aquello no vendría

Bebería vodka y aún así, aquello no vendría

Tendría un orgasmo y aún así, aquello no vendría


[Se supone que…]

Si acumulo conocimiento seré impenetrable

Si me mantengo apartado, nadie sabrá cuando me enervan

Si mantengo mi boca cerrada, (el bote no tendrá que ser balanceado)

Si me muestro vulnerable, seré pisoteado


[Pero] Me iría de compras y aún así, aquello no vendría

Me iría del país y aún así, aquello no vendría

Gritaría y me rebelaría, aún así, aquello no vendría

Me embadurnaría la cara y aún así, aquello no vendría


Sería productivo y aún así, aquello no vendría

Sería celebrado, aún así, aquello no vendría

Sería el héroe y aún así, aquello no vendría

Renunciaría y aún así, aquello no vendría

LIBROS: The Brief Wondrous Life of Oscar Wao. Reseña por Daniel A. Meléndez.




Pocas veces me he sentido más identificado con una pieza de literatura como con la ganadora del premio Pulitzer 2008 “The Brief Wondrous Life of Oscar Wao”. Esta novela, escrita por el autor american-dominican Junot Díaz, no sólo cumple con el principio de Cortázar de noquear al lector, sino que más bien le da una patada en la ingle.


A través de un leguaje repleto de improperios, spanglish y referencias de comic books, Díaz nos narra la historia de Oscar “Wao” de León, un pobre nerd dominicano obsesionado con los juegos de role-play (lo más parecido a los RPG de la actualidad), que vive en un ghetto en Nueva Jersey mientras aspira a convertirse en un escritor y al mismo tiempo perder su virginidad. No obstante, decir que ésa es la trama de la novela sería quedarse corto. Díaz nos ofrece una novela polifónica en la cual se describe la historia de la familia de León. Desde la “Era de Trujillo”, época en la cual la República Dominicana era gobernada con puño de hierro por Rafael Mejías Trujillo (uno de los mayores dictadores latinoamericanos, quien por cierto atentó contra la vida del aquel entonces presidente de Venezuela: Rómulo Betancourt) hasta el inicio de la diáspora dominicana. La novela también contiene elementos del realismo mágico, como la presencia de la maldición “Fukú” (la cual influye en el infortunio de Oscar). Mas, en el fondo, el tema principal es la búsqueda de la identidad latinoamericana en una tierra extranjera.


Les prometo que si se atreven a leer The Brief Wondrous Life of Oscar Wao no se arrepentirán. Frases como “Listen palomo: you have to grab a muchacha”, y “metéselo” o “he had long, thin d*ck that hurt like hell, but the whole time I just said , Oh yes Aldo, yes, because that was what I imagined you were supposed tos ay when you were losing your 'virginity' to some boy you thought you loved.” Dará un poco a ver una tragicomedia llena de hip-hop, merengue, F-bombs y el Señor de los anillos.

MÚSICA: Sophie Solomon “Poison Sweet Madeira”. Por Gabriel Goyo.

La voz de Sophie Solomon es su violín. Ya sea que esté participando con la Orquesta Sinfónica de Londres o tocando con su banda, su música es una excitante combinación de técnica y pasión que objeta los parámetros convencionales de su instrumento.


“Cuando toco, el violín es como una extensión de mi cuerpo”. Dice ella. “No estoy pensando en nada más. No entiendo por completo qué es lo que sucede pero es, sin duda, como si el espíritu del violín me poseyera”.


Su visión musical única alcanza un florecer completo en su álbum debut como solista “Poison Sweet Madeira”; bajo el sello disquero “Decca”, una mezcla audaz de diferentes estilos e influencias que han encontrado un propósito y una unidad en su extraordinaria forma de tocar el violín.


Es un disco que reta toda clasificación mientras influencias clásicas colisionan de forma gloriosa con sabores de la música mundial provenientes de Rusia, Europa Oriental, África del note, música gitana, tango y klezmer (música judía) para crear la vibrante obra musical de uno de las más aventureras artistas de nuestro tiempo.


“Siempre me he sentido fascinada e inspirada por una rica diversidad musical y grabar como solista me ha dado la oportunidad de explorar dicha diversidad”. Tiene una profunda influencia Rusa, una vibra norteafricana, un sentir a un bar clandestino rumano y un factor inmoral intrínseco a lo Tom Waits... Yo quería un álbum que fuera diverso pero que tuviera una voz cohesiva, ésta es mi violín”.


Producido por Kevin Bacon y Jonathan Quarmby (Finley Quaye, Oi Va Voi, Ben Taylor) y Marius de Vries (Madonna, Björk, David Gray y una cantidad de peliculas como “Moulin Rouge”), el disco cuenta con tres canciones con cantantes invitados. En “A Light That Never Dies” Sophie se une al actor y compañero rusofilíco Ralph Fiennes brindando su voz a las palabras basadas en un poema del simbolista ruso, Alexander Blok. “Burnt By The Sun”, cantada por Richard Hawley; antiguo Pulp y guitarrista de Longpigs, uno de los artistas más pronunciados del 2005, está “basada en uno de los tangos favoritos de Stalin y fue la primera cosa que aprendí a tocar en el acordeón” dice Sophie. “Lazaru” tiene una letra ambigua y oscura sobre “el golpeteo a la puerta a mitad de la noche”.


“Poison Sweet Madeira” y “Holy Devil”, en los cuales se mezclan elementos norteafricanos y judíos, son ambas referencias a Rasputín, reflejando la fuerte influencia rusa: “Yo siempre he estado obsesionada con Rusia desde que tenía 9 años – Es un país donde la vida es vivida a full color con extremas polaridades de experiencias – desde el dolor y el sufrimiento a las alturas de la exuberante pasión y lo salvaje. Musicalmente, tengo la esperanza de que haya algo de esos extremos en este disco”.

MÚSICA THERION: Lemuria (Segunda Parte). Por Ramón Morales Castel.



The Dreams Of Swedenborg. La primera estrofa, sin ningún preámbulo musical, te invita a la lucidez. Si no me falla el oído, diré que un casi imperceptible filtro modula la voz del vocalista principal. La combinación con el coro le otorga la atmósfera astral y mística de la que habla la canción. Y esas pausas después de las estrofas, con esas líneas cantadas en la penumbra, me recuerdan aquellas figuras misteriosas ocultas detrás de la manta estrellada que le servía de fondo a la Reina de Noche, en la Flauta Mágica de Mozart (me refiero sólo a la escenografía). El solo de guitarra me dio una pequeña sorpresa, no me lo esperaba así. Pero bien. El acento del inglés no termina de ganarme completamente. Hay algo (bueno, por supuesto) en el chorus que me recuerda a una vieja canción de los 60s o 70s.


An Arrow From The Sun. Punteo sigiloso de cuerdas. Un aire impoluto. La voz de la soprano brilla en la oscuridad como una luz. Me encanta su vibrato. Las voces masculinas en el fondo acentúan el efecto. A 1:26 estallan las guitarras y la batería cuando crees que continuará como ese intro diáfano y expectante. Pero no es así. Luego sorpresa. El bajo desgarra el aire. Ya escuchamos lo más alto de la voz humana al comienzo de la canción, ahora escuchamos lo más bajo. Con la segunda estrofa vuelve la soprano. Escuchen las guitarras detrás. Termina sus líneas y entonces esas notas electrónicas (como de música de carrusel) al unísono con los golpes de la batería. Nunca me canso de escuchar esta canción. Me atrapa desde el inicio hasta el final. Ahora, con estas dos líneas cantadas al unísono por el coro, quedan cubiertas todas las octavas de la voz humana adulta. El efecto es abrumador. Como si eso no fuera suficiente, luego entra una segunda voz femenina, más gruesa y pastosa que la primera. Eso tampoco me lo esperaba. Repiten el chorus las voces femeninas. Bellísimo. Luego las voces masculinas. Volvemos al motivo de las guitarras y aquellos estallidos electrónicos modernos y entonces entran todas las voces, concluyendo el tema. Todo termina con los punteos de la guitarra, como comenzó.


Abraxas. Alerta. Golpe de cueros y guitarras metálicas. Incitante. 0:33 cambia a un ritmo acincopado propuesto por las guitarras llevando a la soprano sobre ellas. Una primera estrofa, limpia y bien lograda. Sigue el metal y luego una invocación suave para dar paso a la segunda estrofa. Sigue cabalgando. 2:09 un grito que hacía falta. Recuerden que Abraxas es el dios de la luz y de la oscuridad, de lo sagrado y de lo profano. Se podría decir que Apolo y Dionisos en uno. Se podría decir también que rige todas las formas de rock, hard rock, y metal, y todas las formas duales y ambigüas de nuestra cultura moderna y transmoderna. La guitarra eléctrica hace unas pequeñas líneas y todo vuelve a descargarse como hace rato. Lo que viene luego es insólito: revientan los pedales de la batería y al mismo tiempo el coro operístico canta tres líneas que parecen adecuadamente eternas. Al terminar, las voces agudas y graves juegan compartiéndose las líneas decisivas del tema de la canción. Al terminar ellos, la guitarra nos regala unas pocas notas frescas y rápidas. Sigue por unos segundos, luego un ritardando, y termina con un calderón y el estallido de la percusión.


Feuer Overtüre / Prometheus Entfesselt. Esta canción siempre me dio la impresión de que pertenecía a otro álbum. Desde el inicio se respira algo diferente. Violines, vientos y timbales sugieren un tema acuciante, grave, sombrío. A 0:46 entra lo fuerte. Luego una voz viril, germánica, canta la primera línea, exactamente como deseamos que sea cantado el alemán en un asunto como éste. Más voces le acompañan. La siguiente estrofa siempre te sorprende. Una voz más aguda y nasal. No es lo que uno esperaba. No que sea inadecuado o que no cuadre. Pero todo queda claro cuando canta “An den Fels im Kaukasus” (En una roca sobre el Cáucaso) con esos ecos al final y te das cuenta de que esos pocos segundos han hecho una introducción perfecta al tema de la guitarra. Luego el chorus: la misma voz inteligente y ligera encarna la idiosincrasia de Prometeo… Un poco de electricidad. Vuelven las primeras voces y se repite la estructura de la canción. En 2:50 se suman unas notas agudas como de teclado eléctrico hasta llegar a “Erleustest der Menschen Nacht” (Iluminas la noche de la Humanidad). Cuando escuché esos ecos en la última palabra, esta voz ya me había ganado por completo. Incluso hasta suena mejor que la primera vez. El chorus una vez más. Dientes de cierra de las guitarras eléctricas. Decrescendo. Fin.


Pienso que nunca antes se había logrado esta combinación, esta templanza entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Creo que este subgénero es uno de los logros musicales más importantes de nuestro tiempo. No puedo expresar la emoción que me produce escuchar este matrimonio perfecto entre dos formas musicales que se pensaban incompatibles por completo. Este es mi grupo favorito de metal sinfónico.


El site oficial de Therion es: http://old.megatherion.com/index.html

Las letras de las canciones las puedes leer en:

http://darklyrics.com/t/therion.html

El my Space oficial de la banda: http://www.myspace.com/therion

Las sombras que vencen las caras. Por Reinaldo Grimán.

¿Indiferencia o indolencia? Esa es la incógnita que surge en mi mente cada vez que reflexiono sobre la actitud de la mayoría de las personas que se encuentran a mí alrededor. Tristemente vivimos en sociedad en decadencia y no son sino sólo una ínfima minoría la que se percata de esto, pero no sólo que se percata, sino que también alzan sus voces para combatirlo, el resto decide simplemente vegetar y ya, no preocuparse por nada más que sus banales y egoístas intereses plásticos y superfluos, simplemente han decidido vivir una existencia en la cual callar es ley de vida. Sinceramente no se si será indiferencia o indolencia lo que ahoga sus perdidas almas, pero cualquiera de las dos las considero de los peores males del ser humano, aunque paradójicamente somos seres que buscamos la agrupación y clasificación entre iguales de forma natural. Mientras tanto en la cotidianidad de la vida la mayoría, es decir los borregos en este caso, están más pendientes de manifestarse y seguir órdenes de sus guiñoles para defender sus intereses contra una entidad mayor a ellos en una lucha de poderes, en la cual sólo salen campantes ellos. Cabe acotar, todo esto mientras ocurren incidentes irregulares dentro de su propia casa de estudios los cuales son callados y hechos a un lado bajo las sombras de la indiferencia o indolencia que expresan sus caras. Esto no ocurre sólo en casos específicos como éste; va desde el ser un hecho cotidiano y común el índice de violencia y mortalidad tan elevado que nos acorrala (porque ya el derramamiento de sangre es insignificante, simplemente es más sangre en el suelo) hasta hechos como que un estudiante que se atreve a criticar un sistema de gobierno local, en este caso su centro de estudiantes, es prácticamente amedrentado y bombardeado a través de cartas absurdamente infantiles, insultos e incluso amenazas. Esto me lleva a pensar, ¿es realmente esta una forma plena de vivir? Me respondo a mi mismo que no, esta mediocre y patética forma de actuar no se le puede siquiera llamar vivir, es sólo un reflejo imperfecto de una realidad perfecta que podríamos alcanzar de tan sólo haber más personas con consciencia, personas con cuatro dedos de frente y coraje suficiente para expresarse, quejarse, aportar ideas, buscar una mejora, ser ellos mismo… Pero no, es mas fácil callar, vivir con mascaras de sombra, quejarse en silencio, vivir sumisos, oprimidos y dirigidos; al final lo que es ajeno a nosotros no nos hace daño y que mejor forma de conseguir no ser heridos que haciendo todo ajeno a través de la indiferencia o la indolencia. Sinceramente a todas estas personas indiferentes e indolentes por la vida y todo lo que ella encierra les aconsejo acabar con su ciclo vital como lo aconsejé ya una vez. Pero tranquilos que no los estoy incitando al suicidio, sólo los invito al aislamiento y enclaustramiento voluntario, ya que su existencia es una existencia vacía y sin substancia por el simple temor a vivir.


Una vez leí de un amigo una “locura” que se le había ocurrido, esta “locura” consistía en ser criticados y poder criticar de forma constructiva, en tener derecho a decir lo que pensamos, en ser nosotros mismos sin temor a represalias, ahora yo digo si estar “cuerdo” es ser uno más del montón, es simplemente ser llevado y guiado cual cordero que al volverse inútil se le deja en el matadero, pues entonces pienso: PREFIERO SER UN LOCO ENTRE ESTA GRAN CANTIDAD DE GENTE CUERDA QUE ME RODEA PUES NO LE TEMO A LA VIDA. A LO QUE LE TEMO ES A CAER EN LA INDIFERENCIA QUE ME LLEVARÁ A LA DECADENCIA.

Soledad en compañía. Por Kevin Uribe.


Solitario avanzas

a través del camino de la compañía,

consciente del futuro

lleno de encuentros y despedidas;

aún rodeado de personas

la soledad de tu corazón no se aleja,

en el fondo

sigues estando solo.

Amigos escasos,

si bien muchos conocidos,

con pesar temes

la despedida de esos valiosos seres;

regocijo y desdicha

ansiada y odiada soledad misma,

un vicio convertido en modo de vida;

necesidad imperiosa la partida,

no olvides los reencuentros

que brindan goce y alegría;

lleva siempre los recuerdos,

ésa es ley de vida.

En el medio del andén

tuviste que elegir,

una de ellas debía partir.

La tomaste entre tus brazos,

pétalos de rosa en la mejilla

en tu boca la miel probaste,

pero el aroma a flores,

frutas y especias se desvanecía;

el durazno se volvió grava

la miel, en melaza se convertía.

Vencido por su recuerdo,

la odias como amas,

inevitable extrañarla y desearla;

vuelves a su lado.

La cambiarás una y mil veces,

te alimentarás de la esencia,

el fruto prohibido de otras mujeres;

mas no importa el engaño,

siempre por vos estará esperando.

Ella te arranca de todos tus cercanos;

amigos,

familiares,

amantes;

ninguno es remedio para tu destino.

La estrella que te guía

es la estrella que te condena;

tu virtud y fatalidad,

ella, la soledad.

Pensamientos articulados II. Por Ramón Morales Castel.

4. Escritores mezquinos. A los escritores del Nuevo Testamento les gustaba jugar con las palabras. En Apocalipsis, la palabra Belcebú (Beel´zebub) se traduce como “señor de las moscas”; es en realidad una construcción que utiliza la palabra Baal como pieza. A aquellos escritores, que no sabían mucho de libertad de pensamiento o de diversidad de culto religioso en el mundo (que sí los romanos y los griegos, por ejemplo), y que tenían el mal gusto y la baja costumbre de burlarse de los dioses y creencias extranjeros, les pareció buena idea utilizar el nombre del dios Baal para formar un neologismo, una nueva grosería, el supuesto nombre del demonio. Esa es la gente que escribió la Biblia. Algo parecido se hizo con el dios Pan y con el alquímico Bafomet (Baphomet) más adelante, que prestaron, involuntariamente por supuesto, su forma más popularizada al demonio judeocristiano. Lo importante de todo esto es ver la mala consciencia, la bajeza de espíritu, la deshonestidad filosófica y la mediocridad de los escritores de la Biblia; excúsenme, quise decir del dios judeocristiano...


5. El mito del infierno. Otro ejemplo de la mala traducción de los textos bíblicos es el caso del término “gehenna”. Cuando esta palabra se tradujo como infernus se corrompió parte del sentido del texto original. Gehenna es otro juego de palabras (como “Beelzebub”) que hace una metáfora con el Valle de Ge-Hinnom, donde se encontraban los infames vertederos de basura extramuros de Jerusalén en el tiempo en que se escribió Revelación. En Ge-Hinnom había de todo: basura agusanada, cuerpos en descomposición y, probablemente, pozos de aceite que ardían interminablemente, en apariencia. Era preferible --quizás-- ser crucificado que ser arrojado a la gehenna, es decir, al Ge-Hinnom. La intención del escritor en su exageración de dar una idea del horror del castigo de Dios que era peor que habitar eternamente en la gehenna se intensificó cuando a la traducción del texto al latín se agregó la anotación ignis inextinguibilis que no está en el texto original. Tal vez la voz infernus transmita la idea de “lugar inferior” que era el Valle de Ge-Hinnom, sin embargo terminó asociando la gehenna con las ideas egipcias sobre un lugar subterráneo de castigo y con la imagen de la shoá. Quedó así perfilado el mito del infierno: una exageración del autor (abundan en todo el Nuevo Testamento y más en Apocalipsis), una mala traducción y luego una interpretación paganizada de dicha traducción. Éste es sólo un ejemplo de tantos del desastre textual que llamamos “sagradas escrituras”.


6. Significado de las “aguas inferiores y aguas superiores” en el Génesis. Este es un descubrimiento que no he leído en ningún autor, exégeta o filólogo. Se trata de la imagen de las “aguas inferiores y aguas superiores” del primer capítulo del Génesis. Teólogos y filósofos se han partido la cabeza en la búsqueda del significado de dicha imagen. (Desconozco si alguien lo ha logrado.) Los judíos y los cristianos parecen no dar mucha importancia al hecho de que Moisés fue por un tiempo egipcio; más aún, fue criado como hijo del Faraón y por lo tanto debió haber tenido seguramente una instrucción completa en religión egipcia. Esto es importante porque para un análisis filológico acerca del origen de una idea, es importante conocer el contexto histórico y la historia personal de quien produjo dicha idea. Los egipcios creían que, así como en la tierra había mares y ríos, las llamadas aguas inferiores, en el cielo había una corriente de “aguas superiores” sobre la que navegaba la barca del dios Sol. Hay muchas ilustraciones, frescos y relieves egipcios que evidencian este creencia egipcia (léase, por ejemplo, Max Müller), y no es en absoluto inverosímil que Moisés haya sido instruido al respecto. Pero, ¿no le explicó después YHWH a Moisés que los egipcios se habían equivocado (como siempre ha parecido decir) y que las no hebreas “aguas inferiores y superiores” realmente no existían y que por lo tanto no podían estar incluidas en un relato de la creación del mundo? Todo esto es la prueba de cómo las religiones son creaciones humanas que, frecuentemente, contienen elementos de contrabando entre sí y de cómo la sagrada Biblia incorpora elementos paganos arcaicos a la cosmogonía judeocristiana, prueba a su vez de que el judaísmo y el cristianismo le deben mucho al tan difamado Egipto faraónico.

Lingüistas, Gente de río. Por Jesús Morales Pineda.


En ocasión de la Semana del Traductor y del Intérprete y el 35 aniversario de nuestra Escuela, me vino a la mente un planteamiento que llevaba algún tiempo gestándose. Me resulta sorprendente en mi trayectoria (corta dicho sea de paso) por la Escuela de Idiomas Modernos y en alguno que otro encuentro casual con el tema de los idiomas, que las comparaciones metafóricas de los idiomas son incontables. Unos dicen que son islas, sistemas formados con características e identidades propias, otros dicen que son puentes que se extienden para comunicar a las diversas culturas; para algunos el idioma es el origen de las civilizaciones y para otros es simplemente un producto de nuestro pensar colectivo. Unos piensan que el idioma es ingénito, otros que es impuesto. Parece ser que la variedad de ideas y metáforas no cesa y estas resultan explicativas de la noción que siguen los profesionales de la traducción y la interpretación en su vida profesional. Cada metáfora es la reflexión de un lingüista acerca de los idiomas y del lenguaje en general. En ese espíritu me parece, nada menos que justo, dar mi propia metáfora, y para ello me valgo de que en días recientes alguien me llamo lingüista; lo cual agradezco mucho. Es mi pensar que los idiomas son ríos, ni puentes, ni islas, ni bosques, nada de eso. ¡Ríos! Y los lingüistas somos gente de río.


Bien, ¿por qué son los idiomas ríos? Es por algo muy común a ambos referentes, el caudal, el flujo que conllevan y arrastran. Un río arrastra agua y sedimentos desde los lugares más lejanos hasta su desembocadura, un idioma hace lo mismo. Cada idioma trae consigo una cultura, una herencia, una historia, una filosofía, un pensamiento, y junto con ello, cada idioma aporta innumerables conceptos, ideas y simbologías que son propias, pero a su vez, son compartidas con el mundo. Como el agua vital que un río lleva y que alimenta valles y bosques, los idiomas aportan todas estas cosas, las cuales alimentan nuestra mente y nuestra alma. ¡Si! Los idiomas son los ríos por los que fluye nuestra humanidad y por medio de los cuales se da el encuentro entre culturas que solo hallan integridad cuando se mergen una con la otra, como sólo mergen los grandes ríos. Los idiomas son ríos, que al unirse unos con otros, forman una unidad más grande, más compleja, llevan a las dichosas personas que sabemos más de un idioma al encuentro de una nueva realidad, más rica, más hermosa, solo por el hecho de ser más amplia como los ríos anchos y calmos, llenos de vida en su interior.


En esos ríos yo me hallo, de las corrientes del español son incontables las poesías y formas elegantes que aspiran a una belleza suprema, pero un ejemplo más destacable es que sin el español no podría concebir las profundas diferencias entre el ser y el estar. De las aguas rápidas del alemán aprendí que el género es una cuestión de percepción, y que lo neutro no es necesariamente en medio de lo masculino y lo femenino. De la sinuosidad del francés aprendí que el idioma es música, incluso cuando no se canta, y que las palabras encadenadas forman una composición musical, sin el francés no hubiese podido ver que todos cantamos y que cada idioma trae su canción. Un rió muy antiguo, el griego, me enseñó que el amor no es una sola cosa, y entre Eros, Fileos y Agapeos hay muchas formas de amar. Más en lo profundo de los idiomas, el sánscrito me enseñó que el conocimiento es conciencia y que la acción es decidir y que ninguno de estos existe sin el otro. Qué sería sin la palabra más santa del Árabe, muestra de algo profundo y olvidado de este hermoso idioma, Salam Malekum (que la paz sea con vosotros). Del idioma Apache, o mejor dicho Dane, entendí que nosotros, también podía significar todos. Y si bien es cierto que de estos idiomas solo domino dos, cada vez que avanzo en su descubrimiento me doy cuenta de cuánto necesito de su influjo.


Pero ¿qué hay de la famosa gente de los ríos? Habemos quienes vivimos en los ríos, que vivimos de los ríos y algunos afortunados se convierten en el río. Como el Canoero que con sus interpretaciones ofrece un seguro trayecto de ideas y de nuestras mentes que vuelan con ellas. También está la gente de los puentes, estructuras complejas hechas por medio de una ardua labor de traducción. Esos puentes jamás se caerán una vez erigidos. Y mis favoritos son los infantes que juegan y se sumergen en el río, que se sumergen a investigar lo más profundo de los idiomas, sólo por el amor de hacerlo, y siempre con una sonrisa. Una vez vi a una de estas niñas exploradoras, que sonreía al enseñarnos que en alemán el dativo es tiempo y lugar. No pude dejar de preguntarle, si amaba tanto así el idioma, su río. Para mi ella siempre será parte de ese río, eterna ninfa del alemán.


La gente del río nunca envejece, al morir se sumerge en las aguas con su legado de haber promovido la humanidad y que tantas ideas fluyesen de un lugar a otro, dejando vida en cada lugar, y luego llegar al mar, mar de personas, mar de humanidad. Quiero cerrar con una cita de Dulce María Loynaz de su poema Tiempo: “Quien pudiera como el río, ser fugitivo y eterno, partir, llegar, siempre y ser siempre el río fresco”.

No fue el último show, fue el primero. Por José Javier González.


Uno ¡el número uno! ¿Como no voy a empezar este artículo escribiendo el número con el que se conocía al gran Renny Ottolina? Algunos al leer esto se preguntarán: “¿Qué es eso de uno?” otros pensarán: ¿Quién es Renny Ottolina?” sea cual fuese la pregunta, me dirigiré a usted… ¡si! y cuando digo usted, me refiero a cada uno de los que están leyendo este artículo. A continuación se presentarán algunos fragmentos del último show de Renny, con las respectivas disertaciones que se enfocan en nuestra realidad, a partir de algunas propuestas de dicho personaje.


Este reconocido presentador, nacido en la ciudad de Valencia, es visto como un gran comunicador social que aportó mucho a este país. A pesar de haber ayudado a construir la industria de la televisión, se dio cuenta del carácter social y la influencia que causaba en la población; lo que lo llevó a emitir críticas muy tajantes sobre la forma personalista y destructiva en que se manejan estos medios; en consecuencia, tuvieron que cesar las transmisiones de sus programas. Después de eso, incursionó en la política con el lanzamiento de su candidatura presidencial, pero murió en un supuesto accidente mientras viajaba en una avioneta llevando su mensaje: rescatar la dignidad y el bienestar de su pueblo.


Todo progreso en un país viene dado por el amor a la patria y bajo ningún concepto se puede obtener progreso alguno sin dicha característica; en consecuencia: para progresar, se debe pasar por tres peldaños indispensables: la admiración, el respeto, y por último, el amor a la patria; ahora bien, ¿Cómo se puede admirar y respetar a un país si no se le conoce? De la mano con estos tres peldaños, se desprenden las series de programas instructivos: “Conozca Mejor a Venezuela”, “Para Quererla Más”, series que motivaban a los venezolanos a tener más conocimiento de su historia y su geografía. En nuestro caso, para que podamos dominar una lengua extranjera, debemos tener indispensablemente un dominio considerable de nuestra lengua materna. Si partimos de la premisa que reza: “la lengua es cultura”, pienso que no sólo tenemos que dominar nuestra lengua; nos urge saber quienes somos, saber de nuestra cultura y sus tradiciones. No podemos enfocarnos definitivamente en estudiar la cultura de otros países (¡ojo! no estoy diciendo que esto sea malo), por la sencilla razón de que no tendríamos un horizonte, ese sentimiento que demuestran la mayoría de los extranjeros que vienen y se enamoran de nuestro país. Es cuestión de voltearse un momento y decir: “de donde yo vengo hay cosas valiosas que me hacen sentir orgulloso”. No quiero sonar chauvinista con esto, ya que no lo soy en lo absoluto, pero, no deben ser precisamente los extranjeros los únicos que aprecien nuestros valores; naturalmente somos nosotros los que debemos apreciarlos. Si tan solo la mitad de los venezolanos reflexionáramos en eso, tuviésemos un mejor país.


El slogan de El Archifonema nos señala: Perspectivas de la diversidad, justamente, son esas perspectivas de las diferentes ideas las que nos definen como proyecto, como propuesta, como solución a esa cultura apática. Varias veces me he preguntado: ¿Por qué demostramos esa mentalidad cerrada y prejuiciosa para todo? ¿Por qué algunos no se toman las cosas en serio? Este mal no distingue edad, sexo, religión, etc. Yo no logro entender que es lo que pasa en los cerebros de las personas que tienen ese comportamiento; son cerebros que deberían de estar en un museo en un futuro, porque en realidad, son dignos de estudio; ¡sí! un grupo de científicos que descifren ese enigma y detecten a ese gen dañino. Obviamente nadie posee la cualidad de semejarse a los metales preciosos pero, señores, ¿No cree usted que ponerle el sello de “basura” a las cosas de buenas a primeras, sin tener el más mínimo conocimiento de lo que se quiere transmitir, es de poca inteligencia? De ninguna manera creo que a usted le gustaría que le tacharan su trabajo que con tanto esfuerzo realizó, sin saber ni siquiera su contenido. Por ende, yo creo profundamente que esas personas que critican destructivamente y que además, no mueven ni un solo dedo por hacer algo constructivo -porque además de eso, no les gusta participar en nada y son personas que, o sufren trastornos emocionales, o no tienen aspiraciones en la vida-, caerán, en conclusión, en un estrepitoso fracaso por culpa de esa mentalidad que solo lleva al conformismo y al estancamiento. Así que señores, dejemos la apatía y esa conducta desenfadada de “no me importa nada” y participemos, aportemos ideas, construyamos cosas de las que nos sintamos orgullosos en un futuro; pero si usted no quiere tomar parte en algún asunto, no coloque sellos destructivos a los demás y deje participar a todas y cada una de esas diferentes perspectivas de la diversidad.


En el párrafo anterior partimos del slogan de El Archifonema, sin embargo, hay algo que considero muy importante y que se complementa proporcionalmente, tanto a ese slogan, como a cualquier cosa que se le pueda imaginar. Para ello, continúo con un fragmento del último programa de El show de Renny, el cuál explica así: “nadie tiene el privilegio de la verdad, nadie es dueño de la verdad, no es una exclusiva de nadie la verdad y me fue satisfactorio decir verdades como reconocer errores…” Cuando llega a nuestras manos cualquier panfleto, libro o volante que nos proponga la verdad incuestionable sobre cualquier situación, no dejemos que insulten nuestra inteligencia creyendo en este tipo de material. Y usted se preguntará: ¿Qué tiene que ver la verdad en este asunto? Pues muchísimo, porque es la base para explicar la filosofía de las diferentes perspectivas; para ello, me tomaré el abuso de enlazar con otro fragmento de dicho programa, y cito:


“Es muy agradable sentirse con una independencia intelectual. No estoy comprometido con ninguna tendencia, yo considero que cuando alguien dice: “yo estoy comprometido” en ese instante está diciendo: “yo estoy perdiendo mi libertad de pensamiento” porque ya queda encasillado dentro de una tendencia determinada, y quien se encasille dentro de una tendencia determinada, pierde perspectivas de otras tendencias, y como recordamos que la exclusiva de la verdad no pertenece a ningún grupo, cuando se decide por un grupo tranquilamente se perdió la verdad que puedan tener los otros grupos. No es una posición fácil, no es cómoda. No es cómoda porque los grupos sienten una instintiva desconfianza hacia quien dice: “no soy de ustedes” y cuando uno dice “no soy de ningún grupo específico”, caramba, no se está ganando uno ciertamente la simpatía de esos grupos, en este caso los grupos políticos. Pero cuando uno dice: perdón, no estoy con ningún grupo específico porque considero en forma absolutamente sincera de que hay un grupo mayor al cual si me debo, que es el país”


Yo creo firmemente en la convicción del Sr. Ottolina en cuanto a las diferentes perspectivas de cada tendencia; ¿No es eso lo que nos hace críticos, lo que nos hace justos? Siempre es saludable discernir entre las dos caras de la moneda para poder emitir juicios; es que el prejuicio siempre nos ata de pies y manos, y además, nos lleva en contra de toda filosofía progresista. También reconozco que sienta simpatía por alguna tendencia, y pueda que participe directa o indirectamente en alguna de sus actividades, sin embargo, eso no quiere decir que no deje una ventana abierta para saber de las ideas de otras tendencias. Aparte de esto, una cosa importante que quiero señalar: el fragmento habla del caso de los grupos políticos pero, yo creo que se aplica o todo tipo de casos, es decir, en general a todo lo que tenga que ver con grupos y tendencias.


No seamos egoístas con nuestra universidad, con nuestros semejantes ¿De dónde viene esa mentalidad de “me quiero graduar rápido para largarme de este asqueroso país”? ¡Sí! no leyó mal, exactamente eso fue lo que escuché de un ucevista: “asqueroso país” Eso está muy grave. Yo no me quiero imaginar lo que pueda pasar en un futuro si la mayoría de los estudiantes adoptamos esa actitud. El otro día escuché a unos estudiantes que debían inscribir el muy mentado servicio comunitario, lamentándose y lanzando improperios; eso era como una especie de maldición, un castigo terrible que tenían que cumplir, en fin, ¡una ladilla! Ahora yo me pregunto: ¿Cuando esos estudiantes van al comedor universitario, dicen: ¡qué ladilla!? ¿Cuando van a OBE porque les duele una muela dicen: ¡qué ladilla!? ¿Cuando tienen descuento al comprar una entrada para el Aula Magna o el Olímpico, dicen: ¡qué ladilla!? El servicio comunitario no es otra cosa que devolverle al estado un poco de lo que éste invierte en su profesionalización y preparación. Son unas pocas horas que no representan ni la cuarta parte de lo que la universidad y el estado invierten en prepararlos, para que luego le paguen maldiciendo la tierra que les vio nacer.


Las cosas mencionadas, y otros aspectos que faltaron por discernir, me han puesto a reflexionar sobre nuestra manera de ver las cosas. En efecto, creo que debemos pensar un poco más en una visión que se enlace con el progreso y la integridad de nuestros semejantes. ¿Qué le parece si comenzamos en este momento? Para empezar, se me ocurre invitarlo a crear una idea innovadora y compartirla con los demás. Y para terminar, ¿Le gustaría si le invito a participar en lo que usted considere de su agrado y decirle muchas gracias? Está bien, de acuerdo. Le invito a participar y sinceramente le digo: ¡muchas gracias!

Pensamientos articulados III. Por Ramón Morales Castel.


1. ¿La historia de qué? Desde tiempos remotos el ser humano ha buscado alivio a sus pesares, a sus miedos, a su sufrimiento. Siendo una criatura débil, tan débil como la mayoría de ellas, y mucho más débil que las más fuertes, sólo ha tenido su astucia, su inteligencia para sobrevivir. Partimos de los tipos más primitivos –los más fuertes– de homínidos, y mientras más nos alejamos de ese tipo (ya lo estamos bastante), más débiles en lo biológico somos. La historia del ser humano es la historia de un tipo de ser, un ser sensible, mas, también es la historia de un ser pensante, de un ser que ha aprendido a utilizar su cerebro para sobreponerse a su debilidad física natural, congénita. La evolución no nos dirige necesariamente a estados acabos de perfección: es un deambular, un devenir que parece ciego. Pero nuestra también es la historia de la emergencia del espíritu humano, esa quintaesencia relativamente reciente respecto a la historia biológica total de nuestra especie. La historia del espíritu humano se basa en el lenguaje. Eso que somos como Dasein (ser-en-el-mundo) sería inexistente sin el lenguaje, y sin embargo insistimos en decir que la experiencia de nuestro espíritu trasciende el lenguaje, trasciende la mente. ¿Es realmente así? ¿Quién es subsidiario de quién?


2. La dicotomía que nos divide. La genealogía del espíritu humano es la evidencia de una dicotomía típica del ser humano: nuestra astucia primordial, acorralada entre vivir o morir, acumuló un momentum tal que nos cuesta no percibir dualidades. Pero, ¿no existen esas dualidades que percibimos? Sí, eso es innegable, aunque no se miente cuando se dice que sólo existe el uno. Como sea, hay dualidades naturales, evidentes, comprobables. No obstante, hay una dualidad no resuelta que divide nuestros senderos. El espíritu y la materia. Oriente y Occidente han sido moradas de dos formas equivocadas de resolver este problema, todo por culpa asimismo del lenguaje. Cuando Occidente dice que sólo existe la materia, el cuerpo, la consciencia como función neuronal, negando ese espacio real que etiquetamos con las palabras "espíritu" y "alma", y que no sabemos dónde ubicar, comete el error de afirmar que, pese a que existe el mecanismo, el sustrato, el hardware, no existe el proceso que se da en el cuerpo. Y cuando Oriente dice que sólo existe el espíritu y que el cuerpo, el mundo, y el flujo constante de formas, de cáscaras, de máscaras, son una ilusión, comete el error de divinizar al Dasein, que no es más que un fantasma que vive en el lenguaje, uno que le arroja calumnias al mundo y al cuerpo siempre que puede. Después del diálogo que se ha dado entre oriente y occidente, un occidental típico atormentado por una forma de vida utilitarista, mecanicista, materialista, conseguirá alivio en las etéreas corrientes místicas orientales. Y un oriental que esté cansado de la fantasmagoría religiosa de las especulaciones metafísicas dadas a priori por ciertas, encontrará un paraíso libérrimo de experimentación, sensación corporal sin reproches y una vida ctónica, mundana, que en muchos casos es lo más sano.


3. La pretensión del hombre espiritual. Las religiones orientales son prueba de cómo se ha intentado resolver las dos visiones incompletas de la dicotomía espíritu-materia. Buda resolvió la respuesta al sufrimiento –que uno bien podría considerar natural, intrínseco a nuestra condición, y no lo contrario– creando una "higiene espiritual" que despoja al ser humano de la precaria situación de tener que vivir como si sólo hubiese materia, cuerpo, carne y todo lo que ello implica. Una "higiene espiritual" que no es en absoluto un código representativo de una aristocracia espiritual -en el sentido nietzscheano de la expresión-, sino una salida astuta, la más astuta quizás, a la dicotomía esencial espíritu-materia, y a la tortuosa comparsa de deseos y anhelos que se da batalla entremedio, y que uno tiene todo derecho a poner en orden, a administrar. La metapsicología del Buda está diseñada para que el ser humano se reprograme a sí mismo, para que se sincronice con la nada. De esa manera -es la única-, dejará de sentir, dejará de desear, dejará de sufrir. El fantasma del espíritu encuentra su apología, su epítome, aunque no tanto como en la figura del atman. Pero todo ello es innecesario, o por lo menos, opino que está basado en un error de interpretación de la realidad. Y no me vengan con que no se trata de interpretaciones. Incluso la más sofisticada ascesis budista es una interpretación de la realidad. Yo no veo nada sagrado, nada santo, ningún mérito, en la práctica de ascesis para obtener un alejamiento de lo que nos define: somos seres sensibles, es natural que deseemos, que suframos, que intentemos llenarnos y rellenarnos y cavar más y más en la materia y en los otros. Yo no pienso que “renunciar” al mundo, a nuestra condición de seres sensibles, sea un acto meritorio. Es sólo un truco de la mente que se aprende y que rinde beneficios psicológicos, que produce economía de la energía y de los nervios. Cualquiera puede hacerlo, cualquiera puede necesitar hacerlo, y puede tener derecho a hacerlo. No obstante, no veo cómo alguien que lo haga puede percibirse a sí mismo como un tipo de humano superior, evolucionado, “espiritual”. Así, el fantasma del espíritu, se alza lleno de pretensión, por sobre los conceptos de cuerpo, mundo, carne, cuando en realidad no es más que una función de estas substancias y materias.


4. La distribución y configuración de la materia y de la energía. En el ateísmo y en el materialismo científico occidental se niega la existencia de las mónadas espirituales, de la esencia que transmigra, y de las substancias y mundos metafísicos. Se dice que sólo existen los átomos y la energía material. Y luego sus antagonistas preguntan: "El átomo está 99% vacío, ¿Cómo podemos ser 99% nada?" Pero sí podemos, y somos 1% de algo. Además, no se trata de la concentración, de la densidad, de la masa, sino de la distribución y de la configuración de ese 1%, en un espacio que suma 100%. Toda nuestra mente, nuestra actividad cultural universal a través de las eras, nuestro legado codificado por el lenguaje, el lenguaje mismo, todo puede ser consecuencia y reflejo de nuestro substrato físico: nuestro cerebro, nuestros genes, nuestros cuerpos, ese 1% de materia, y ese 99% de vacío penetrado por energías, campos electromagnéticos y flujos. Siguiendo la navaja de Ockham: no hay necesidad de suponer la existencia de mundos metafísicos y de esencias espirituales metafísicas para explicar lo que somos y cómo funcionamos. Incluso la experiencia mística, el arrobo, el éxtasis, pueden explicarse –y experimentarse justificadamente, sanamente, sin autoengaños– siguiendo este modelo material del universo.


5. El suicidio de la individualidad. ¿No es curioso que algunas formas de budismo afirmen que la nada es la "verdad absoluta", que los fenómenos están vacíos de significado, que el ser humano alcanza la cumbre de la existencia y de la iluminación espiritual al "hacerse uno" con la nada? ¿Que aún diciéndolo así, no se puede explicar bien, y que todo el proceso supuestamente está más allá de las palabras? ¿No se dan cuenta que todo esto es un juego del lenguaje? Me parece que ese estado espiritual supremo bien se le ha llamado aniquilación. Se aniquila al ser humano, se le despoja de su capacidad de sentir, de pensar. Se anula, se nulifica, se hace cero. No hay reacción, tampoco acción. No hay mente, tampoco sentimiento. La corteza cerebral, por medio de un entrenamiento que no tiene nada de sorprendente ni de especial, anula todos los impulsos y reflujos de las partes más primitivas del cerebro. El neocórtex en toda su pretensión, se adueña de todo el cuerpo, de todo el ser, congelando todo lo que esté por debajo de él. Es el suicidio de la individualidad, es la muerte de aquello que –naturalmente y con todo derecho– brota del cuerpo, de la materia, del substrato. No veo que eso sea una "verdad absoluta", no veo que eso sea un "estado supremo". Simplemente es un truco más de la mente, la astucia primordial de nuestro tipo, sublimaba y sofisticada al extremo. Con razón Nietzsche describió el Budismo como una forma de nihilismo. Es un intento de resolver la dicotomía conceptual entre espíritu y materia. El problema es que ese asunto no es más que un malentendido producido por el lenguaje, con no menor perjuicio que el que implica el prejuicio según el cual los hombres “inferiores”, es decir “no espirituales” (según el asceta y el santo), se encuentran atrapados en el lenguaje, en las ilusiones de la gramática. Sí, si existen esas ilusiones, esas trampas. Pero escapar a ellas por medio de la autoaniquilación no me hace más humano; todo lo contrario, me hace menos humano. Y aún así, ese suicidio de la individualidad no es nunca absoluto, no se logra completamente. Por mucho que el asceta, el santo, el renunciante, se sienta uno con el todo, mientras tenga su propio cuerpo, su propio cerebro, seguirá siendo un individuo, hasta que muera y su cuerpo se reincorpore a la tierra.


6. Una visión nueva acerca de los conceptos de alma y espíritu. Y ¿cuál es la verdad? ¿Cuál sería una solución superior al problema del sufrimiento, de la debilidad del ser humano, de su necesidad imperiosa de sentirse superior a todo, de que quererle "ganar a toda costa" a la naturaleza, de "salirse con la suya"? ¿Cuál es aquí el autoengaño? Cuando, yo, ateo materialista, he dicho "espíritu" y "alma", se me ha visto raro y se me ha dicho: "Tú no crees en el espíritu, tú no crees en el alma, ¿por qué hablas de ello como si existiera, como si afirmaras que existe?" Porque traigo una nueva visión de "alma" y "espíritu". Es una visión materialista, científica. He escrito que alma y espíritu son el aroma de la materia. Para mí, alma y espíritu no son realidades metafísicas, no tienen existencia ontológica propia, desvinculada de la materia. Son funciones de la materia, son procesos y configuraciones materiales, energéticas. La materia y la energía material son su misma substancia. Cuando el diseño de ese 1% es destruido, alma y espíritu desaparecen. No se puede seguir oliendo el perfume de una flor una vez que ésta ha dejado de existir. Sólo en la memoria, como un recuerdo, una evocación. En ese sentido, el ser humano que vive en las “realidades espirituales”, es decir, que tiene su fisiología acostumbrada a manejar esos términos y procesos, no tiene ningún derecho a calumniar la materia, el cuerpo, la carne, y viceversa. Y el ser humano que no lleva su neocórtex a un estado de exaltación, por sobre los cerebros más primitivos que yacen en él, no tiene motivos lícitos para sentir remordimientos de consciencia por llevar una vida “mundana”, porque la materia es la substancia misma de eso que llamamos alma, espíritu. En todo caso tendría que verse qué tipo de vida mundana lleva, porque, como en todo, los excesos degradan. Cada tipo fisiológico asumiría la preferencia de uso, de funcionamiento de su cerebro, sin sentirse superior o inferior al otro, o más importante o menos. Creo resolver así la dicotomía primordial, sin evadir el lenguaje y la gramática y todas sus trampas.


7. Vivir en el límite periférico de la Energía (lo que dice la voz del Diablo). Esta solución de la dicotomía espíritu-materia fue expuesta por primera vez, hasta donde sé, por William Blake, quien pone en boca del Diablo una exégesis impecable. No es descabellado pensar que alguna porción secreta del mismo William Blake creyera de alguna manera estas proposiciones. Lo revolucionario, lo diabólico, de dicha explicación debería referirse a la controversia que generó en la coyuntura en la que fue dada, a la época de Blake, pero también pienso que puede referirse a la sabiduría liberadora, transformadora, que contiene:


“Todas las Biblias o códigos sagrados han sido causa de los Errores siguientes:

1. Que el Hombre posee dos principios reales de existencia: un Cuerpo y un Alma.

2. Que la Energía, llamada Mal, sólo nace del Cuerpo y que la Razón, llamada Bien, sólo nace del Alma.

3. Que Dios atormentará al Hombre en la Eternidad por seguir sus Energías.

Mas los Contrarios siguientes son Verdaderos:

1. El Hombre no tiene un Cuerpo distinto de su Alma; pues lo que llamamos Cuerpo es una porción de Alma discernida por los cinco Sentidos, las puertas principales del Alma en esta era.

2. La Energía es la única vida y nace del Cuerpo; y la Razón es el límite o circunferencia periférica de la Energía.

3. Energía, eterno Deleite.”


En esta brillante exposición de principios de interpretación de la naturaleza humana, el Diablo toma la Energía como punto de partida, lo cual es razonable si consideramos que incluso la materia como la conocemos es energía “empaquetada”. Toda la realidad se puede reducir a energía. Aquí el Diablo utiliza la palabra arcaica Alma para denominar la totalidad de la Energía del ser humano: el Cuerpo no es más que la porción discernible, perceptible, de esa galaxia de energía que es el Alma. Maravilloso, porque así se entiende al cuerpo como contenido, y al alma o energía como continente. (Esta imagen también la he encontrado en algunas formas de taoísmo y de budismo chan.) Los sentidos deberían ser sagrados en la medida en que son “las puertas principales del Alma”, y ¡en verdad lo son! Por esta razón nos parece ilícita la calumnia del filósofo y del hombre religioso en contra de los procesos sensoriales. Pero “la Energía es la única vida”, dice el Diablo, “y nace del Cuerpo” (en otras palabras: el alma es el perfume, el aroma de la materia, del cuerpo), por lo que toda calumnia al cuerpo, toda renuncia a la carne, es una forma de calumnia y de renuncia a la vida, de lo que se desprende la sensación de enfermedad, de precariedad del hombre renunciante, del hombre “santo”, el sentido de decadencia, de debilidad, del hombre religioso, del budista que aspira al Nirvana. “La Razón es el límite o circunferencia periférica de la Energía”, es decir de la vida. Para mí sólo sería válido una ascesis de autocontrol de la Razón (llamada Bien), en cuanto una esclavitud a ella implica la no percepción total, el no involucrar toda la Energía del ser. Depositar todo el peso de la consciencia en la Razón (en el Bien), significaría vivir en “el límite o circunferencia periférica de la Energía”. Una vida plena, que integre contenido y continente en una danza expectante sería entregarse a la totalidad de la Energía, incluyendo sus núcleos. Eso significaría vivir en un “eterno Deleite”, mientras que el hombre religioso, el “santo” y el renunciante del mundo, del cuerpo y de la carne, aunque se perciban a sí mismos como una “avanzada”, una “vanguardia” de la humanidad (he ahí la impostura, el orgullo espiritual), en realidad se restringen a una vida periférica, a vivir en el límite periférico de la Energía.

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