No es un libro optimista ni pesimista, si bien el autor no se prohíbe expresar opiniones personales positivas y bastante optimista con respecto a lo que las Naciones Unidas ha logrado hasta ahora en el mundo. No es tampoco una narración erudita y fastidiosa llena de infinidad de detalles insignificantes acerca del recorrido histórico de uno de los experimentos más fascinantes y únicos de la humanidad; es una exposición, que respeta el orden cronológico, de los "para qué" y de los "por qué" y de los "cómo". Argumentos objetivos pero al mismo tiempo críticos y brillantes sobre el tema, todo apoyado en una bibliografía y notas abundantes.
No sólo se aprende sobre cómo opera (o no) la ONU al leer este libro: el autor facilita la comprensión de las consideraciones que se escapan en los análisis superficiales y que son, por demás, necesarias respecto a esto. Debería ser este libro una lectura recomendada ampliamente para el entendimiento general de la política global, de sus trampas y sus logros. La gran conclusión al leerlo será, por lo menos, lo imperativo que es para nuestro mundo moderno un Parlamento de la Humanidad.
"A primera vista, parecía que los universalistas hubieran ganado, pero luego
volvía otra vez el viejo problema de que los documentos de la Asamblea General
(y, por tanto, de las conferencias de la ONU) son solo enunciativos. A menos que
un estado miembro jure respetar o mantener un determinado principio, y hasta que
lo haga y acepte los objetivos, se trata simplemente de declaraciones de buena
voluntad; un país como Yemen, sin ninguna intención de modificar sus
disposiciones internas acerca de los derechos de la mujer, podía no firmar el
documento, como así hizo una China malhumorada.”
Promover los
derechos humanos en el ámbito internacional.
SEGUND PARTE: La evolución de
las muchas Naciones Unidas desde 1945. p. 254.
"Así, en la década
de 1980 había surgido todo un espectro de posibilidades acerca de la capacidad
de la ONU para mantener la paz y declarar la guerra, en el cual no había una
sola operación que fuera arquetípica del conjunto. En lo más alto del espectro
se encontraba el conflicto de superpotencias entre el Esto y Occidente, con la
amenaza de una querra nuclear. Aquí, como ambos bandos tenían derecho a veto y
capacidad para iniciar otra guerra mundial, la ONU no contaba con poderes
constitucionales; solo se disponía de los "buenos oficios" diplomáticos del
secretario general, si ambos bandos los buscaban."
Mantener la paz
y declarar la guerra.
SEGUNDA PARTE: La evolución de las muchas Naciones
Unidas desde 1945. p. 129.
"Lo que es incontestable es que, de
algún modo, los fundadores de la ONU habían creado un nuevo orden mundial.
"
El tumultuoso avance.
PRIMERA PARTE: Los orígenes. p. 79.
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