MÚSICA THERION: Lemuria (Segunda Parte). Por Ramón Morales Castel.



The Dreams Of Swedenborg. La primera estrofa, sin ningún preámbulo musical, te invita a la lucidez. Si no me falla el oído, diré que un casi imperceptible filtro modula la voz del vocalista principal. La combinación con el coro le otorga la atmósfera astral y mística de la que habla la canción. Y esas pausas después de las estrofas, con esas líneas cantadas en la penumbra, me recuerdan aquellas figuras misteriosas ocultas detrás de la manta estrellada que le servía de fondo a la Reina de Noche, en la Flauta Mágica de Mozart (me refiero sólo a la escenografía). El solo de guitarra me dio una pequeña sorpresa, no me lo esperaba así. Pero bien. El acento del inglés no termina de ganarme completamente. Hay algo (bueno, por supuesto) en el chorus que me recuerda a una vieja canción de los 60s o 70s.


An Arrow From The Sun. Punteo sigiloso de cuerdas. Un aire impoluto. La voz de la soprano brilla en la oscuridad como una luz. Me encanta su vibrato. Las voces masculinas en el fondo acentúan el efecto. A 1:26 estallan las guitarras y la batería cuando crees que continuará como ese intro diáfano y expectante. Pero no es así. Luego sorpresa. El bajo desgarra el aire. Ya escuchamos lo más alto de la voz humana al comienzo de la canción, ahora escuchamos lo más bajo. Con la segunda estrofa vuelve la soprano. Escuchen las guitarras detrás. Termina sus líneas y entonces esas notas electrónicas (como de música de carrusel) al unísono con los golpes de la batería. Nunca me canso de escuchar esta canción. Me atrapa desde el inicio hasta el final. Ahora, con estas dos líneas cantadas al unísono por el coro, quedan cubiertas todas las octavas de la voz humana adulta. El efecto es abrumador. Como si eso no fuera suficiente, luego entra una segunda voz femenina, más gruesa y pastosa que la primera. Eso tampoco me lo esperaba. Repiten el chorus las voces femeninas. Bellísimo. Luego las voces masculinas. Volvemos al motivo de las guitarras y aquellos estallidos electrónicos modernos y entonces entran todas las voces, concluyendo el tema. Todo termina con los punteos de la guitarra, como comenzó.


Abraxas. Alerta. Golpe de cueros y guitarras metálicas. Incitante. 0:33 cambia a un ritmo acincopado propuesto por las guitarras llevando a la soprano sobre ellas. Una primera estrofa, limpia y bien lograda. Sigue el metal y luego una invocación suave para dar paso a la segunda estrofa. Sigue cabalgando. 2:09 un grito que hacía falta. Recuerden que Abraxas es el dios de la luz y de la oscuridad, de lo sagrado y de lo profano. Se podría decir que Apolo y Dionisos en uno. Se podría decir también que rige todas las formas de rock, hard rock, y metal, y todas las formas duales y ambigüas de nuestra cultura moderna y transmoderna. La guitarra eléctrica hace unas pequeñas líneas y todo vuelve a descargarse como hace rato. Lo que viene luego es insólito: revientan los pedales de la batería y al mismo tiempo el coro operístico canta tres líneas que parecen adecuadamente eternas. Al terminar, las voces agudas y graves juegan compartiéndose las líneas decisivas del tema de la canción. Al terminar ellos, la guitarra nos regala unas pocas notas frescas y rápidas. Sigue por unos segundos, luego un ritardando, y termina con un calderón y el estallido de la percusión.


Feuer Overtüre / Prometheus Entfesselt. Esta canción siempre me dio la impresión de que pertenecía a otro álbum. Desde el inicio se respira algo diferente. Violines, vientos y timbales sugieren un tema acuciante, grave, sombrío. A 0:46 entra lo fuerte. Luego una voz viril, germánica, canta la primera línea, exactamente como deseamos que sea cantado el alemán en un asunto como éste. Más voces le acompañan. La siguiente estrofa siempre te sorprende. Una voz más aguda y nasal. No es lo que uno esperaba. No que sea inadecuado o que no cuadre. Pero todo queda claro cuando canta “An den Fels im Kaukasus” (En una roca sobre el Cáucaso) con esos ecos al final y te das cuenta de que esos pocos segundos han hecho una introducción perfecta al tema de la guitarra. Luego el chorus: la misma voz inteligente y ligera encarna la idiosincrasia de Prometeo… Un poco de electricidad. Vuelven las primeras voces y se repite la estructura de la canción. En 2:50 se suman unas notas agudas como de teclado eléctrico hasta llegar a “Erleustest der Menschen Nacht” (Iluminas la noche de la Humanidad). Cuando escuché esos ecos en la última palabra, esta voz ya me había ganado por completo. Incluso hasta suena mejor que la primera vez. El chorus una vez más. Dientes de cierra de las guitarras eléctricas. Decrescendo. Fin.


Pienso que nunca antes se había logrado esta combinación, esta templanza entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Creo que este subgénero es uno de los logros musicales más importantes de nuestro tiempo. No puedo expresar la emoción que me produce escuchar este matrimonio perfecto entre dos formas musicales que se pensaban incompatibles por completo. Este es mi grupo favorito de metal sinfónico.


El site oficial de Therion es: http://old.megatherion.com/index.html

Las letras de las canciones las puedes leer en:

http://darklyrics.com/t/therion.html

El my Space oficial de la banda: http://www.myspace.com/therion

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