Por Reinaldo Grimán
La juventud actual y venidera; no son ni serán nunca, la esperanza del mundo. Sólo son bestias y hurgamanderas de plástico, que rigen sus vidas salvajemente bajo el pueril eslogan de “¡Vive la vida porque es una sola!” demostrando una vez más cuan patética y mediocre es la raza humana. Si, los jóvenes no sirven prácticamente para nada en la actualidad, y es una realidad que muy pocos perciben, pero que está presente. La importancia y prioridad de las cosas ha sido invertida por una sociedad superficial y consumista, y son precisamente las nuevas generaciones las que se ven afectadas, creciendo así con intereses superfluos y valores totalmente errados, como por ejemplo: tener relaciones sexuales a temprana edad es un orgullo y si has tenido muchas parejas eres el macho o la hembra alpha. El sueño de un joven de hoy en día es el de tener mucho dinero para derrochar porque con él vienen todos los placeres de la vida, eso según su pensamiento, si es que se puede decir que los jóvenes de hoy piensan, ya que actúan más como borregos que como personas, siguiendo los pensamientos y cumpliendo los intereses de algún líder que astutamente los manipula a su voluntad, pues éste sí es un ser pensante. Otra cosa que se puede observar en el comportamiento de estos seres, que no es visto únicamente en ellos pero si resalta más, es que son suicidas, todo los que les hace daño lo consumen, ya sea en pequeñas dosis o en mayores. Me atrevo a decir que muchos no se han detenido un minuto a pensar el por qué de las cosas que hacen, y si son realmente suyas las ideas que aplican en su vida, pero si han hablado y predicado ideas de otros porque creen que eso es lo que les conviene, cuando en realidad ni ellos mismo saben qué es lo mejor para sus vidas. Lo triste de todo este asunto es que por más que uno se los diga y que puedan estar concientes de su majadería les gusta ser así, pues han decidido vivir por sensaciones y emociones superficiales, momentáneas y de fácil obtención, la parte espiritual o mística si se le quiere llamar así esta muerta en ellos, y no, no hablo de religión, me refiero a que no pueden diferenciar cosas como la diferencia entre amar y querer, no pueden sentir sus almas conectarse con las de sus pareja en un momento de intimidad que trasciende lo físico o sencillamente no darse cuenta de que nunca van a poder apreciar el universo del cual son parte si no se dan cuenta que es más grande que ellos y sus necesidades vanas y egoístas. En fin la vida de la llamada por algunos esperanza del mundo, no es más que una obra de teatro donde lo llamativo, lo inútil, lo superficial, lo vano, lo egoísta e insignificante es lo principal y lo que es importante. A ustedes jóvenes, que leen esto les pregunto: ¿se sienten identificados con el viaje del fin de semana a la playita, con la mega rumba, con toda la caña del mundo, la birra gratis y con un cigarro que ni saben por qué consumen? Porque es muy curioso, que sean todas esas cosas las que los matan; pero, ¿a quién le importa?, al final van a morir. ¿O no? Entonces; si se sienten identificados, les aconsejo, de corazón y razón, ¡terminen su ciclo vital!; pues, son inútiles para esta sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario