Viven

Por Daniel Meléndez


Abro los ojos, y en la sutil quietud de la mañana, comprendo que estoy plenamente despierto y que el mundo es inmenso.


Lo primero que veo es el techo. Blanco, imperfecto, al igual que las paredes de que me rodean. Hace tiempo, mientras que las montañas se llenaban de casas, alguien construyó este techo, estas paredes. El mismo ser quien habría conseguido las vigas, el cemento, la pintura, los ladrillos de arcilla que las componen. Materiales que, a su vez, fueron hechos en alguna remota fábrica con trabajadores y dueños, y que, en su debido momento, se llevaron a alguna ferretería donde fueron adquiridos por un albañil anónimo, desconocido; el creador de mi habitación. Yo, por otra parte, reposo en mi cama. A mi izquierda se encuentra mi mesa de noche; con su gaveta llena de árboles talados, procesados, blanqueados hasta formar una superficie apta para que mis garabatos abstractos formen algo llamado escritura. Tanto la mesa como la cama están hechas de madera, pequeños retazos de bosques distantes cortados por un leñador; transformados artísticamente en lo que ahora son por un carpintero.


Más allá de este techo está el cielo. Verde para los daltónicos, azul para el resto y junto a este: las nubes. Arroyos, ríos, lagos, mares, océanos gaseosos; níveos, cual espuma en la orilla, que de vez en cuando se dejan caer como hojas de sauce humedeciendo a la ávida tierra. Mas allá de los ladrillos se también hayan las galaxias, las estrellas, los planetas y por último: el sol, amarillo, inconcebiblemente incandescente quien da parte de su energía a la plantas que nos sustentan. Las plantas, esmeraldas vivas que oxigenan la atmósfera. Ellas quienes misericordiosamente se sacrifican para alimentar a los animales. Seres que se nutren mutuamente, se reproducen y respiran.


Tras estos muros, estas paredes ladrilladas, hay personas. Gente quienes cada amanecer se despiertan, se levantan de sus camas armadas por alguien ajeno a ellas, toman café cosechado por otras, desayunan, trabajan, descansan, estudian, desertan, escuchan, mienten, desentienden, conversan, enmudecen, forjan, demuelen, consumen, desechan, matan, reviven, violan, salvan, protegen, roban, odian, aman, ignoran, saben, piensan, olvidan, inhalan, exhalan, escriben, borran, pintan, cantan, idean, asustan, imaginan, entristecen, alegran, aburren, entretienen, sonríen, lloran, duelen, vuelan, caen, ordenan, acatan, aprenden, niegan, engañan, verifican y primordialmente viven y mueren.


Y al final estoy yo, una hermandad de células que acaba de abrir los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Universidad Central de Venezuela

Universidad Central de Venezuela.
http://www.ucv.ve/

Facultad de Humanidades y Educación de la UCV.

Biblioteca Central.

Revista Urbana. Catálogo de Revista Urbana del Instituto de Urbanismo.

Fundación UCV. La Universidad Productiva.

Escuela de Biología de la UCV.

Centro de Estudios de la Mujer.

Revista ENCRUCIJADAS. Diálogos y Perspectivas.

Revele. Catálogo de Publicaciones Científicas Digitales de la UCV.

Estudiantina Universitaria.

CENDES. Centro de Estudios del Desarrollo.

Periodismo de Paz. Conflictos, periodismo, nuevos medios y construcción de redes desde Venezuela.

Blogs

Otros blogs de interés